¿Qué es la perecibilidad?

La perecibilidad es un concepto que todos conocemos, aunque quizás no le hayamos puesto nombre. A diario, interactuamos con productos y alimentos que tienen una fecha de vencimiento, y es a esto a lo que hacemos referencia cuando nos referimos a la perecibilidad. En este artículo, exploraremos en detalle qué es exactamente la perecibilidad y por qué es tan importante tenerla en cuenta en nuestra vida diaria. Descubre cómo la perecibilidad puede afectar nuestra salud, economía y medio ambiente, y cómo podemos manejarla de manera eficiente.

La perecibilidad es una característica de los productos y servicios que no permite que el producto o servicio se almacene para su venta en una fecha posterior.

Para comprender la perecibilidad, piense en los alimentos perecederos. Los alimentos con una vida útil corta se denominan “perecederos” porque se echan a perder en un corto período de tiempo.

Cualquier producto o servicio que no pueda almacenarse se considera “perecedero”.

La caducidad es importante para las empresas porque determina los precios de venta, los niveles de inventario y las estrategias de marketing para un producto en particular.

Las empresas utilizan tácticas individuales como: B. Precios dinámicos para mitigar los impactos negativos en su negocio debido a la caducidad de sus servicios.

¿Qué es la perecibilidad?

El término «perecedero» suele referirse a un producto, pero también puede referirse a servicios.

Las frutas y verduras se consideran perecederas porque tienen una vida útil corta y ya no pueden venderse después de un cierto período de tiempo.

El período posterior a la madurez y antes de la pudrición se considera el período óptimo para comercializar y vender una fruta.

Toda la cadena de suministro de productos está diseñada para aprovechar este período.

Por ejemplo, los mayoristas determinan los niveles de inventario y los precios de venta en función de la vida útil de las frutas y verduras.

Las tiendas pueden mantener ventas para limpiar el inventario antiguo e incluso vender productos con pérdidas para recuperar parte de su inversión.

Los mismos principios pueden aplicarse a la caducidad de los servicios.

Si bien las habitaciones de hotel y las reservas de vuelos no caducan con el tiempo, su utilidad puede «perecer» o perder su valor si no se utilizan dentro de un cierto período de tiempo.

Si las habitaciones permanecen desocupadas durante mucho tiempo, es posible que el hotel no tenga suficiente dinero para el mantenimiento.

Del mismo modo, los asientos vacíos pueden significar la perdición para las aerolíneas en la industria de la aviación.

Al igual que ocurre con los productos, la perecibilidad también influye en los precios, los niveles de inventario y las estrategias de marketing de los productos del sector de servicios.

Por ejemplo, los hoteles y las aerolíneas ofrecen grandes descuentos cuando disminuye la demanda de sus productos.

Sitios como TripAdvisor y Expedia ofrecen tarifas económicas para reservas de habitaciones y billetes de avión de última hora para garantizar que los productos de su inventario se vendan en lugar de marcarse como pérdida.

Por el contrario, los precios aumentan durante períodos de alta demanda y baja oferta, y los proveedores de servicios pueden formar alianzas entre sí para aumentar la oferta.

El funcionamiento de las pequeñas empresas también se ve influido por su carácter perecedero.

Los plomeros programan sus citas con varias semanas de anticipación y cobran tarifas de cancelación para recuperar algunas de sus pérdidas.

¿Cómo afecta la perecibilidad a los servicios?

La principal diferencia entre la perecibilidad de productos y servicios es que estos últimos no pueden producirse a voluntad para satisfacer la demanda. En otras palabras, las empresas no pueden planificar servicios adicionales para satisfacer la demanda.

Las operaciones de fabricación de productos utilizan pronósticos detallados para planificar el inventario de productos físicos.

Sin embargo, la perecibilidad en la industria de servicios es intangible, lo que significa que no es un producto físico que pueda medirse y cuantificarse. Por tanto, no es posible realizar previsiones exactas.

Consideremos el caso de un hotel en una ciudad costera.

Debido a las condiciones espaciales, el número de habitaciones es limitado.

Si hay un exceso de demanda de su producto, es decir, servicio de habitaciones y alojamiento, el hotel no puede producir habitaciones adicionales para ofertar.

En cambio, el hotel debe planificar la optimización de la capacidad de habitaciones existente para satisfacer los diferentes tiempos de demanda.

Un hotel está lleno en verano, cuando la demanda es mayor y los turistas acuden en masa a la playa.

Sin embargo, en invierno las multitudes son menores y la ocupación de habitaciones es baja.

A pesar de la certeza de los viajes estacionales, es imposible para un hotel pronosticar con precisión la demanda por diversas razones.

Por ejemplo, algunos turistas pueden cancelar sus reservas en el último momento. Otros pueden posponer las fechas de reserva o optar por quedarse con un competidor.

Esta incertidumbre a la hora de equilibrar la oferta y la demanda afecta la calidad del servicio y los costos generales.

En épocas de alta demanda, la calidad del servicio puede verse afectada si la dirección del hotel no asigna personal suficiente para satisfacer la demanda.

Al mismo tiempo, el exceso de personal en los meses de escasez de invierno aumenta los costes operativos de la instalación.

Para minimizar el impacto de la perecibilidad en su inventario, las empresas suelen utilizar un enfoque de fijación de precios conocido como fijación de precios dinámicos o fijación de precios según la demanda.

Con este enfoque, los precios de los servicios varían según ciertos factores, como la demanda del producto o el tiempo de vencimiento.

Por ejemplo, una aerolínea puede reducir el precio de los asientos en sus rutas cuando se acerca la fecha del vuelo. Los asientos son perecederos. No valen nada si están vacíos después de la salida.

Los hoteles pueden ofrecer grandes descuentos en sus habitaciones “perecederas” para garantizar la ocupación y los ingresos incluso durante períodos de baja demanda.

La naturaleza perecedera de los productos, los asientos de avión y las habitaciones de hotel obliga a las empresas a vender con pérdidas.

La contratación estacional es otra estrategia que utilizan las empresas para satisfacer la demanda fluctuante.

Durante el verano, el hotel puede contratar trabajadores temporales adicionales para satisfacer la demanda. El próximo invierno podría trabajar con personal básico para reducir los costes operativos.

Perecibilidad y marketing de servicios.

La perecibilidad es una de las cuatro características del marketing de servicios. Los otros son:

  • Calidad intangible: La calidad de evaluar un servicio basándose en evidencia concreta, por ejemplo brindando una excelente experiencia en sus instalaciones.
  • Inseparabilidad: La característica de brindar el mismo nivel de calidad a cada cliente.
  • Heterogeneidad/Variabilidad: La característica de proporcionar un servicio único para un producto producido en masa.

Juntas, estas características se utilizan para diseñar estrategias para productos en servicios.

Preguntas frecuentes sobre la perecibilidad

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