Las inversiones en deuda son una estrategia financiera a través de la cual una entidad invierte dinero en pagarés, bonos, letras de cambio u otros instrumentos de deuda emitidos por empresas o entidades gubernamentales. Estos activos circulantes son una alternativa de inversión que ofrece rendimientos interesantes y liquidez a corto plazo. En este artículo, exploramos en detalle si las inversiones en deuda pueden considerarse efectivamente como activos circulantes, y qué implicaciones esto tiene para los inversores. Sigue leyendo para descubrir las respuestas a esta pregunta y aprender más sobre esta forma de inversión. ¡No te lo pierdas!
Sí, las inversiones en deuda normalmente se cuentan como activos corrientes a efectos contables. Un activo corriente es cualquier activo que proporcione un beneficio económico durante o dentro de un año.
Las inversiones de deuda adquiridas con la intención de revenderlas se denominan “Seguridad comercial.”
Dado que esta estrategia de inversión implica mantener el valor durante menos de un año, se considera una inversión a corto plazo y, por lo tanto, es un activo a corto plazo.
Las inversiones en deuda son diferentes del financiamiento de deuda. Las inversiones en deuda se compran con la intención de revenderlas, mientras que el financiamiento de deuda se utiliza para financiar proyectos que a menudo tienen un plazo de más de un año.
La financiación de la deuda, a menudo en forma de bonos, suele tener un vencimiento de más de un año y, por lo tanto, no se considera un activo circulante.
¿Las inversiones en deuda son activos circulantes? Preguntas frecuentes
En una inversión de deuda, un inversor presta dinero a otra parte durante un período de tiempo específico y recibe el monto principal más los pagos de intereses acordados.
No, las inversiones en deuda no suelen clasificarse como activos circulantes en el balance de una empresa. Por lo general, se informan en la sección de inversiones a largo plazo del balance.
Las empresas pueden utilizar inversiones en deuda para protegerse contra posibles pérdidas o para aumentar su flujo de caja al recibir pagos a intervalos regulares durante un período de tiempo. Las empresas también los utilizan para diversificar su cartera y generar ingresos adicionales.
La inversión en deuda ofrece a las empresas varios beneficios, incluido un flujo constante de ingresos, deducciones fiscales por pagos de intereses y un menor riesgo que la inversión en acciones.
Sí, existen ciertos riesgos asociados con las inversiones en deuda, como el riesgo de incumplimiento o el riesgo crediticio si el prestatario no paga su préstamo a tiempo. Además, los cambios en las tasas de interés también pueden afectar los rendimientos de los inversores de dichos productos de inversión. Los inversores deben comprender tanto los beneficios como los riesgos antes de invertir en cualquier forma de títulos de deuda.